AdminALUMNOS DE AERONÁUTICA DE LA UPMH LOGRAN EL PRIMER Y SEGUNDO LUGAR EN EL CERTAMEN “AIR AND SPACE PROGRAM” EN NASA
Pachuca de Soto, Hidalgo.- Pedro Estrada Cruz y Jonathan Sánchez Pérez, de la Ingeniería en Aeronáutica de la Universidad Politécnica Metropolitana de Hidalgo (UPMH), integraron los equipos que obtuvieron el primer y segundo lugar respectivamente, en el concurso “Air and Space Program” en NASA, organizado por “AEXA”, que se llevó a cabo del 29 de octubre al 2 de noviembre en el Johnson Space Center, en Houston Texas.
Este año, cinco estudiantes de la UPMH participaron en dicha competencia, se trató de Luis Santiago Maldonado Ortiz, Andrés Romero Badillo, Sebastián Arturo García Pérez, Pedro Estrada Cruz y Jonathan Sánchez Pérez, quienes tuvieron la misión de desarrollar junto a sus equipos, un material que no se hubiera probado antes, y que al ser lanzado al espacio exterior, pudiera resistir las condiciones como la radiación solar, la temperatura; y cuyo fin es que se pueda utilizar tanto en el espacio como en la tierra.
Los estudiantes tuvieron la oportunidad de trabajar con jóvenes de otros países como Estados Unidos, Ecuador y España, con quienes realizaron un trabajo arduo de investigación para encontrar esos materiales que serán colocados en una de las estaciones espaciales que la NASA tiene en el espacio por un periodo mayor a los 6 meses.
El equipo de Pedro Estrada Cruz, que obtuvo el primer lugar, realizó el proyecto GAIA, que se enfocó en el aspecto biológico, el cual consiste en un en dolito que es un organismo que puede vivir en una roca, coral o conchas de animales; escogieron una roca porosa en los cuales estarán los extremófilos que son organismos que viven en condiciones muy extremas.
Con lo cual pueden probar la teoría de la “Panspermia” la cual dice que los organismos vivos llegaron a la tierra por medio de meteoritos, al probarse esto en un futuro se podrá hacer que la vida en otros planetas o en lunas sea posible, lanzando este tipo de organismos para que pueden reproducirse y así formar las condiciones necesarias para la vida sin mencionar los posibles bio-recubrimientos que se podrían desarrollar en el futuro y la información que se puede obtener de este experimento, dejando artículos e información que serán claves para futuras investigaciones.
Por su parte el equipo de Jonathan Sánchez, ganaron el segundo sitio con el proyecto ICARO, que refiere a que la radiación se forma debido al sol, afecta las características de los materiales y también separa la forma de oxígeno del O2, creando otro factor negativo para los materiales. El efecto del oxígeno atómico en los materiales es muy similar a los de la radiación, debilitan las características del material y podrían lograr el punto de crear fisuras en él. Junto con esos factores, hay mucho más que las temperaturas extremas, la presión y los impactos de los objetos espaciales. “Nuestro compuesto se colocará en el borde RAM, porque en esa posición la exposición a la radiación y el oxígeno atómico está presente en gran cantidad y estamos investigando esos dos factores / reacciones”, explicó el estudiante.
La fibra de carbono es una fibra sintética que es más resistente a los impactos que el acero y es menos pesada que los materiales como la madera o el plástico. Además de ser resistente a los impactos, tiene una alta elasticidad y resistencia a las condiciones térmicas.
Cabe destacar que fueron 6 equipos los que participaron en este certamen, de los cuales solo estos dos podrán colocar sus experimentos en el espacio, lo que significa poder ser parteaguas del trabajo que los jóvenes puedan tener en las siguientes ediciones de este “Air and Space Program”.
Es importante destacar el trabajo de los equipos de Luis Santiago Maldonado Ortiz con el proyecto CHIMERA, quienes desarrollaron una muestra de material compuesto de fibra de carbono con óxido de grafeno, seguido de un escudo de radiación compuesto de isótopo Boro 10 con una capa exterior de aislante térmico; de Andrés Romero Badillo con el proyecto NEO-EXO, que planteó la problemática de encontrar un material el cual por sus características pudiera ser útil como recubrimiento mejorando así las propiedades del Carburo de Titanio, el cual tiene un alto punto de fusión, es resistente a altas temperaturas y sirve como barrera en contra a la radiación además que en contacto con el oxígeno atómico no se oxida.
Y el de Sebastián Arturo García Pérez, basado en los biopolímeros, que son unos de los materiales que están revolucionando el mundo no solo por su precio, sino también por su resistencia y por ser amigables con el medio ambiente, “el proyecto de nuestro equipo se basaba en ello, en hacer un polímero (plástico), el cual es producido por una bacteria muy usual como lo es la escherichia coli”, destacó.
