EL MANDATO DEL PUEBLO. Por: José Ramón Amieva Gálvez
Hidalgo./ Los grandes temas torales de nuestra sociedad, siempre evolucionan de acuerdo al grado de inclusión, gobernanza, gestión participativa y justicia, uno de ellos es la correspondencia de las y los gobernantes a la confianza depositada en ellos a través del voto ciudadano en un ejercicio llamado elección.
Ese devenir democrático, se transformó de un esquema directo en pequeños centros de población en donde sólo participaban unos pocos elegidos, a un ejercicio representativo, en donde se mandata, es decir, se encomienda a un representante popular defender y llevar el bienestar a sus representados durante un tiempo determinado; el compromiso, la obligación, es ante las instituciones, pero sobre todo ante su gente, a quién el servidor público día a día demuestra, para que esta ahí y por qué confiaron en él.
En esa lógica, si la transformación de un sistema representativo, democrático y popular permite a los servidores públicos no sólo durar la totalidad de su período electivo, sino también en ciertos casos reelegirse para un período adicional, entonces, ¿porque el pueblo no puede decidir si su trabajo, entrega y resultados son los adecuados y así ratificar o revocar su encargo?
Es así, que la revocación o renovación de mandato, se convierte en una herramienta del pueblo que le concede la decisión de tener en un encargo público, a la persona que en una campaña electoral se presentó como la mejor opción y estableció un vínculo de correspondencia y resultados diarios, si ha cumplido, que siga, sino lo ha hecho, que deje ese espacio a quien pueda hacerlo mejor.
Por eso es vital y trascendente que todos participemos en este ejercicio inédito e histórico de renovación y revocación de mandato que nos recuerda, que el pueblo pone y el pueblo quita a los gobernantes; pese a las dificultades y lejanías de las casillas, demostremos que somos un pueblo en donde la democracia es un logro, una lucha y un mandato de la gente.
Por último, a quienes tratan de confundir desanimando la participación de la ciudadanía por la popularidad o prescencia del presidente de la República en los resultados, recuerden que esta es una figura que debe ser notoria y constante para todas y todos los servidores públicos, se trata de hacer historia al convertirnos en una nación cuya constitución permite a través de esta consulta popular, mantener la confianza o quitar del puesto a quienes eligieron; trátese de quien se trate, vamos a participar!