Día Internacional de la Mujer: ¿Por qué no se felicita el 8 de marzo?
Es probable que hayas escuchado a las personas decir que, el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, no se les felicita a las mujeres, pero ¿por qué se dice esto? La respuesta tiene que ver con que, no se trata de una celebración, sino una conmemoración.
Y es que, a diferencia del Día de la madre o el día del Amor y la Amistad, que son días para festejar, el 8 de marzo conmemora un hecho histórico que marcó un parteaguas en cuando a la lucha y respeto de los derechos de las mujeres, por lo que, evoca un espacio para la reflexión.
Para entender el contexto hay que remontarnos al 8 de marzo de 1857, fecha en la que un grupo de mujeres, trabajadoras textiles de Estados Unidos, decidieron hacer una huelga para exigir que la textilera Cotton, de Nueva York, les ofreciera mejores condiciones laborales.
La manifestación de las mujeres fue brutalmente reprimida por la policía de la gran manzana y como saldo, 120 mujeres murieron ese día, algunas a causa de balas disparadas a quemarropa para disipar a las manifestantes y otras, quemadas a causa de un incendio que los represores iniciaron dentro de la fábrica.
Luego de ese hecho violento, 53 años después, para ser precisos, se decidió instalar el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, con el objetivo de reconocer a las muertas de la Textilera Cotton y para que, se estableciera un día para analizar el avance que se ha tenido en materia de derechos de las mujeres.
Por lo que, el 8 de marzo de 1910, se decidió que se conmemora la fecha y desde entonces, este día se usa para reflexionar en cuando al avance que ha tenido México y el mundo para respetar los derechos humanos que, muchas veces les son negados a las mujeres, por el simple hecho de ser mujeres.
Este movimiento social ha tomado distintos tintes con los años, en los que se han incorporado diversas formas de protesta, como la llamada iconoclasia feminista, la cual es una postura política en la que, las mujeres, pintan y rayan imágenes, monumentos o infraestructura que se considera como “valiosa”.
Sin embargo, la iconoclasia no es nueva, es una forma de protesta que se ha incorporado en diversos movimientos y en diversos conflictos bélicos, pues lo que se muestra es una postura política en la que se enaltece el rechazo a normas arcaicas y al autoritarismo político.
Por eso, las feministas pintas esculturas y espacios específicos, los cuales significan o reflejan símbolos de poder dentro de la sociedad, así, protestan contra el sistema y las normas limitantes que impiden que las mujeres tengan el mismo acceso a los derechos humanos que los hombres.