Orwelliano – 2a. Parte

Después de haber lanzado la novela de Rebelión en la Granja, George Orwell crea su novela 1984, la cual es publicada en 1949, un año antes de su fallecimiento a causa de la tuberculosis.

Para comprender 1984, es necesario entender la sociedad descrita en el libro, lo cual trataré de resumir muy brevemente. La novela se desarrolla como su nombre lo indica en 1984, en Londres del futuro, y que pertenece a la llamada Franja Aérea 1, que antes era llamada Britania o Inglaterra y que ahora forma parte de un estado colectivo llamado Oceanía.

La sociedad de Oceanía se divide en tres grandes grupos: los miembros externos del Partido Único, los miembros del Consejo o un grupo dirigente y también llamado círculo interior dirigente, y el resto de todas las personas a las que el Partido mantiene pobres y a raya para que no puedan entrometerse ni rebelarse, y que son los proles (proletarios).

Existen cuatro ministerios, los cuales cada uno tiene una consigna y un encargo especial que, curiosamente no coincide con el nombre elegido, sino que más bien parece que se dedican a lo contrario. Está el Ministerio del Amor, que se encarga de administrar los castigos y las torturas para promover un amor total al Gran Hermano y a las ideologías del Partido. El Ministerio de la Paz, que se encarga de los asuntos relacionados con la guerra y busca que las luchas se mantengan, con el propósito de que al interior del país se mantenga la paz. El Ministerio de la Abundancia, administra los recursos y planifica la economía para que las personas se mantengan al límite de lo necesario para la supervivencia. Ministerio de la Verdad, el cual se encarga de eliminar o manipular documentos históricos para lograr que todo se ajuste a las versiones oficiales y de ese modo las personas solo conozcan lo que está permitido. Como vemos, cada uno de estos Ministerios, en realidad tienen un nombre que más bien parece una ironía o burla con respecto al objetivo para cual fueron creados.

Siguiendo con la descripción de la sociedad de la novela, el mundo se divide en tres superpotencias: Oceanía, Eurasia y Eastasia. Pero no todo el mundo pertenece a alguna de estas potencias, hay algunas zonas que no están adjudicadas y que por lo tanto son motivo de pugna entre ellas para determinar quién logra quedarse con los territorios. Así es como pasamos al tema de la guerra. El mundo se encuentra en una guerra permanente y se caracteriza porque siempre hay dos naciones que se alían contra la otra y siempre una nación termina traicionando a otra de tal forma que busca aliarse con el enemigo.

El Partido del Socialismo Inglés, conocido por su acrónimo Ingsoc (socialismo inglés en la neolengua de la novela), a él pertenecen todas las personas excepto los proles, quienes andan en libertad y casi no son vigilados por la Policía del Pensamiento, ya que se considera que ellos no tienen intelecto. El Partido es liderado por el Gran Hermano, quien funge como el máximo guardián de la revolución, comandante en jefe y juez supremo, que representa a los ideales del partido, y que vigila en todo momento todos los actos cotidianos de todas las personas, en cada momento, en las calles, en las casas, y se dan a conocer los actos en telepantallas. No hay precisión sobre quién es este Gran Hermano o su identidad, pero Orwell sugiere que más bien se trata de un ícono de la propaganda de la sociedad.

La trama es bastante intrincada, pero en breve trata la historia de Winston Smith, quien trabaja en el Ministerio de la Verdad, donde falsifica registros históricos para que coincidan con la propaganda del Partido. Winston comienza a cuestionar la verdad impuesta y anhela libertad y autenticidad en un mundo de vigilancia constante y represión.
Pronto, Winston se involucra en un romance clandestino con Julia, una joven rebelde. Juntos, intentan desafiar las restricciones impuestas por el Partido, pero pronto son atrapados por la Policía del Pensamiento. Sometidos a un intenso lavado de cerebro y tortura en la prisión de la Templanza, Winston y Julia pierden su individualidad y amor el uno por el otro, siendo finalmente manipulados para traicionarse mutuamente.

La novela explora los temas de la vigilancia masiva, el lavado de cerebro, la manipulación de la información, el lenguaje, la psicología y la creatividad e inventiva para promover el control físico y mental de los individuos, la educación totalitaria de la juventud y en donde la intimidad y el pensamiento libre se encuentran prohibidos. 1984 es una novela distópica, que es un género literario en la que se tratan temas políticos y sociales, y que es contrario a la utopía; la ficción distópica se trata de sociedades en las que se finge una felicidad pero en realidad se degrada la individualidad haciendo sufrir sistemáticamente a las personas al grado de llegar a la alienación y al olvido irreversible.

Cuando utilizamos el adjetivo orwelliano, entonces, nos estamos refiriendo a un sistema o régimen totalitario, hablamos de sociedades que buscan mantener el control poderosamente, manipulan la información y practican la vigilancia masiva de sus individuos, y se generan mecanismos de represión política y social, ¿te suena conocido? Al parecer George Orwell no estaba muy equivocado respecto a lo que podía suceder en el futuro y que en algunas sociedades ya estamos viviendo.

Más allá de toda la historia y narrativa, la novela popularizó los conceptos del siempre presente y vigilante Gran Hermano, la habitación 101, la omnisciente Policía del Pensamiento y la neolengua. La novela de 1984 ha dejado una marca indeleble en la literatura por su descripción de un futuro ominoso y su advertencia sobre los peligros de la tiranía y el control totalitario.