PERDÓN
“El perdón como el amor no se obliga
ni se exige: es una decisión que nadie
te puede imponer” (Riso W. 2017).
El perdón ¿qué es?, ¿a quién y por qué se confiere el perdón?, seguramente tenemos diversas preguntas relacionadas al Perdón, hay quienes dicen: “se perdona, pero no se olvida”, otros mencionan “solo se perdona a quien se ama” o “el perdón no es para todos”.
En algún momento o tiempo de nuestra vida se ha tenido algún conflicto, disgusto y/o desasosiego con diversas personas y se ha quedado un enojo, resentimiento, y se pretende el pago de ese daño debiendo satisfacer al agraviado(os), de lo contrario se tomará venganza por el daño recibido.
No hay justificación del daño que hace el otro, sin embargo, el sufrimiento que causa la afectación se arraiga en el sujeto agraviado, dando paso a la reproducción constante de victimización por los acontecimientos que lo lastimaron, cuando se dice “que se debe olvidar”, se queda la frustración fijada en la psique, el dolor, la ofensa, la traición, el abandono o el abuso, quedando atrapado en el rencor, la venganza o con sentimiento de haber sido maltratados, estos recuerdos se reviven y cuando surgen parecería que el tiempo no ha pasado, el sentimiento es el mismo o incluso con mayor intensidad dejando ver que el daño, el dolor, la violencia perpetua en la persona quedando prisioneros del dolor tanto físico como emocional.
El perdón, ¿cómo resarciría el daño? con la carga de emociones dolorosas las personas podrían permanecer aisladas del entorno, con falta de interés en las áreas en donde se desenvuelve, desconfiados y con dificultad para establecer relaciones, síntomas depresivos, etc., parecería que el perdón a quedado fuera de su sistema.
La palabra perdón proviene del latín per, que significa persistir en una acción y donare, que significa donar, dar. El prefijo per intensifica el verbo que acompaña, donare (Sánchez M. 2018).
El perdón, es una elección que la persona que se siente o ha sido ofendida, otorga o no voluntariamente dejando atrás el resentimiento, la venganza o rencor.
Renunciando a la deuda concientizando que la elección es personal y voluntaria; otorgar el perdón reitero no se trata de olvidar, tampoco es aceptar las acciones de dolo del o de los otros. Perdonar es liberarse del sufrimiento, mejorar la salud física y emocional, las relaciones se vive en armonía, paz y en crecimiento constante. El perdón no sólo es para las personas que lastimaron, el perdón es principalmente para uno.
Perdonar es aprender y reconocer el daño, con la conciencia que quedo en el pasado y no hay forma de cambiarlo, sin embargo, lo que se puede modificar conscientemente es el presente y el futuro sabiendo que la herida esta y no impide vivir libre de dolor. Al perdonar la persona experimentará con menor intensidad el resentimiento o el dolor, disfrutará de estabilidad emocional.
Las personas que no sé dan cuenta o no aceptan cuando hacen un daño y que son incapaces de pedir perdón, su personalidad se tornara rígida, son desconfiados, no entienden de empatía, carecen de valores morales y se les dificulta o les impide ver el dolor o daño que causan, se oculta en la negación, el olvido, minimiza los hechos, justifica o bien lo desplaza a la culpa (sé sabe que es causante de un daño).
Pedir perdón implica empatía; no hacerlo, soberbia (Echeburúa E. 2013). Llegar al arrepentimiento real para pedir perdón, involucra un dolor sincero por lo realizado, puede caer en cuenta por sentimiento de culpa, conductas autodestructivas o solo por el arrepentimiento genuino, tomando la responsabilidad de las acciones.
Renuncia al enojo y a la aspiración de venganza conscientemente, se inicia un proceso progresivo de cambio positivo de afecto y actitud, que lleva a un deseo inconsciente de acercamiento al ofensor.
¿Cómo se otorga el perdón?, este trabajo requiere de un compromiso consigo mismo:
1) El Reconocimiento del dolor que causo el otro, tomando en cuenta que el violentado no tiene posibilidades de dimensionar el daño causado.
2) Dejar la atadura del dolor, aceptando el dolor, la vergüenza, liberando al otro de los reclamos y venganza, rompiendo las ataduras que lo vincula tanto a quién causo el daño, como a sus ataduras personales.
Se trata de perdonar y no de quedarse en la aceptación, entendiendo que el daño que el otro causo ya no se puede reparar, también es la forma de reparar el pasado en la reconstrucción de una nueva forma de vida, sin dolor o deseo de venganza.
Reitero, perdonar puede ser la única posibilidad que tiene el sujeto para transformar el pasado, cambiando un hecho inquebrantable, es un proceso que si no se lleva a cabo será una condena interna. La persona tendrá que sanar la memoria, integrando en su existencia el suceso doloroso como algo de la historia de su vida. El perdón se hace por uno, para mantener la paz, la tranquilidad, el amor y la salud personal.