Adaptarse a la sostenibilidad es clave para la competitividad empresarial en el futuro
• No es una moda pasajera, se debe promover la educación del consumidor para que tome decisiones fundamentadas
San Agustín Tlaxiaca, Hidalgo. – La mercadotecnia ha sufrido una transformación significativa, demandando ahora una mayor responsabilidad social y ambiental, lo que redefine al marketing y plantea la necesidad de que las empresas se adapten para mantener su competitividad, explicó Moisés Rubén Zamora Ramos, profesor investigador del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICEA) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
“El marketing tiene que adaptarse a la nueva realidad, porque si no lo hace, perderá su valor social», afirmó Zamora Ramos. Además, señaló que la ética y la sostenibilidad se han convertido en ejes fundamentales para guiar la estrategia comercial. Aunque el marketing ha impulsado el crecimiento económico, muchas veces lo ha hecho a expensas de prácticas cuestionables, que no siempre han favorecido a la sociedad ni al medio ambiente.
Esto implica estar informado sobre el origen de los productos, las condiciones laborales en las que son fabricados y el impacto ambiental de su producción. El marketing sostenible no es una moda pasajera; por ello, es fundamental promover la educación del consumidor, para que tome decisiones fundamentadas y, de esta manera, contribuya a la creación de un mercado más responsable.
Si bien, el reto de equilibrar el precio y la sostenibilidad en países como México es uno de los grandes desafíos, el investigador Garza mencionó que, muchas veces, las y los consumidores priorizan el costo sobre los principios sostenibles. En las economías en desarrollo, el confort cultural facilita la aceptación de prácticas insostenibles, y cuando el precio de un producto responsable es más alto, la gente tiende a descartarlo.
Respecto a cómo pueden competir las pequeñas empresas, refirió que deberían de seguir el ejemplo de las corporaciones que ya han adoptado prácticas ecoamigables. No obstante, las pequeñas empresas también tienen oportunidades. La clave es unirse y crear redes de sostenibilidad con otros empresarios y proveedores comprometidos con el medio ambiente, lo que permitirá competir de manera más eficiente.
Por otro lado, Zamora Ramos mencionó que, a menudo, la falta de tecnología impide a las microempresas optimizar sus procesos para hacerlos más responsables con el medioambiente, sin que esto afecte drásticamente sus costos. La responsabilidad es de todos, el marketing sostenible no solo recae en las empresas, sino también en las y los consumidores, quienes deben ser conscientes de sus decisiones de compra.
«Las empresas que no se adapten a las exigencias de sostenibilidad corren el riesgo de desaparecer. Y si no nos actualizamos, no habrá lugar para nosotros en el mercado del futuro. Es momento de reimaginar el marketing como una fuerza positiva para el cambio social y ambiental”, subrayó el docente Garza.