Carrie: entre las facultades paranormales y los problemas de la adolescencia
Continuando con este mes del terror, no podía faltar platicar sobre uno de mis autores favoritos, y especialmente sobre su novela “Carrie”, publicada en 1974. Se trata de Stephen King. Este autor es, sin duda, uno de los más prolíficos e influyentes de la literatura de terror, el suspenso psicológico y la fantasía que ha dejado huella en lectores, en otros escritores y hasta cineastas que han llevado sus historias a la pantalla grande. Desde que publicó “Carrie” en 1974, ha generado más de 60 novelas, algunos libros de no ficción, relatos cortos y guiones adaptando sus obras para la versión cinematográfica y series de televisión.
Stephen Edwin King nació el 21 de septiembre de 1947 en Portland, Maine. Desde niño se interesó por la lectura y la escritura, inspirado por las historias de terror que devoraba. En una visita que hizo a una de sus tías, encontró una caja con libros que en su mayoría eran de terror y ciencia ficción. Entre esos libros se hallaban algunos de K.P. Lovecraft y Edgar Allan Poe, que le impactaron y lo inspiraron a escribir algunos trabajos para unas revistas, pero sin recibir respuesta positiva.
La vida de King no estuvo exenta de dificultades; su familia enfrentó problemas económicos y se vio obligado a lidiar con la pérdida de su padre, quien los abandonó cuando él era muy joven.
Estos eventos moldearon no solo su infancia, sino también el tono de muchos de sus relatos, donde el trauma y la vulnerabilidad son constantes.
Cuando se recibió de su licenciatura en Inglés por la Universidad de Maine en 1970, comenzó a trabajar como profesor y a escribir en su tiempo libre. Su primer gran éxito, «Carrie», fue la primera novela publicada, aunque no fue la primera que escribió. Ya había escrito otras más, pero su esposa le recriminó que casi siempre escribía con personajes masculinos, por lo que él le dijo que también podía escribir sobre mujeres.
Entonces comenzó a escribir un relato sobre una chica con poderes telequinéticos, pero abandonó el proyecto y lo tiró a la basura. Su esposa encontró el escrito y prácticamente lo obligó a continuar escribiendo para terminar el relato. En ese entonces, como King pasaba problemas económicos, dejó fuera de servicio su teléfono, por lo que su editor, William Thompson se comunicó con él mediante un telegrama donde la daba la noticia de la publicación de la novela.
Desde entonces, comenzaron sus éxitos.
Carrie trata la historia de Carrieta “Carrie” White, quien provoca un desastre en el pueblo de Chamberlain, Maine. Ella era una chica que asistía al instituto y que prácticamente solo tenía una muda de ropa para todo el año, para asistir al colegio. Al terminar una de sus prácticas de gimnasia, le llega su primer período menstrual mientras estaba en las duchas, lo que provocó la burla de sus compañeras, quienes le arrojaron compresas y tampones.
Ella se sintió humillada y su profesora de gimnasia la asistió para apoyarla. Las compañeras de Carrie fueron castigadas, y una de ella, Chris Hargensen, se niega a cumplir el castigo. Como consecuencia de eso, Chris es expulsada durante tres días y se le prohíbe asistir al baile de graduación. Sue, otra compañera se siente mal por lo sucedido y decide acercarse a Carrie. La empareja con su novio para que asista al baile. Pero Chris idea un plan para humillarla frente a todos durante el baile. Para ese entonces, Carrie se ha percatado de que cuenta con poderes telequinéticos, pero que mantiene en secreto y trata de mantenerlos bajo control.
Llegado el día del baile, la madre de Carrie, Margaret quien es una fanática religiosa, le pide que no vaya. Carrie se niega y asiste. Durante el baile Carrie y Tommy Ross, el novio de Sue, son nombrados los reyes del baile. En ese momento, cuando están en el escenario, a ella le cae un balde de sangre de cerdo, y otro a él y recibe un fuerte golpe. Ella sale huyendo del lugar, pero al recordar que cuenta con sus poderes psíquicos, su ira la lleva a encerrar a todos dentro del lugar y a causar un desastre, provocando un incendio en el interior con pocas posibilidades de escapatoria. Carrie decide dirigir toda su ira contra el pueblo de Chamberlain, vuela una gasolinería, incendia el centro de la ciudad y su barrio, mientras dirige un mensaje mental a todos para darles a conocer que ella es la autora de todo el desastre.
Al llegar a su casa, tiene una pelea con su madre, quien intenta matarla porque considera que ha sido poseída. Ella se defiende y la madre solo la hiere de muerte, mientras Carrie le provoca un paro cardíaco a su madre. Sale de ahí, se dirige al lugar en el que ella fue concebida, y se encuentra a Sue. Ambas tienen una conversación, en la que Carrie se percata que Sue ha sido sincera con ella y la perdona, así muere y llora por la muerte de su madre.
Los libros de Stephen King han sido fuertemente criticados, especialmente por los círculos literarios, que consideran su literatura “comercial”. Esto especialmente porque su estilo es sencillo, pero efectivo, con un lenguaje que invita a los lectores a adentrarse a su mundo. Uno de sus rasgos distintivos es la creación de personajes tridimensionales; personajes que son ordinarios pero que son llevados a situaciones límite y extraordinarias. Como lector, no solo se teme por estos personajes en el contexto del horror, sino que también siente empatía hacia sus vidas, luchas y relaciones.
King se caracteriza por su meticuloso desarrollo de la atmósfera. A través de descripciones vívidas y detalladas, logra crear un sentido de lugar que parece cobrar vida. Esto es especialmente notable en sus historias ambientadas en el estado de Maine, donde los paisajes y la cultura local se convierten en elementos esenciales de la narrativa.
Otro aspecto relevante en su técnica narrativa es el uso del tiempo no lineal. A menudo, las historias de King incluyen saltos temporales que permiten explorar los antecedentes de los personajes y sus motivaciones. Este enfoque no solo enriquece la trama, sino que también profundiza en la psicología de sus personajes.
El impacto de King en la cultura popular es innegable. Sus obras han sido objeto de películas y series de televisión, convirtiéndose en un referente en el género de terror. Precisamente uno de sus mayores legados es que el género se ha vuelto a posicionar como una forma de arte literario legítimo y respetable, ya que hasta entonces era considerado como un tema secundario. Y es que los temas de las novelas de King no solo son de ciencia ficción, sino que son recurrentes a otros géneros como el miedo, la lucha entre el bien y el mal, las adicciones, la infancia, el racismo y los problemas sociales. Es así como el género de terror se ha remodelado combinando la profundidad psicológica con elementos sobrenaturales, y sus historias se han estudiado incluso en cursos universitarios de literatura contemporánea.
En conclusión, en un mundo en constante cambio y donde impera la incertidumbre se entrelazan los miedos ancestrales con los nuevos temores del S. XXI, la literatura de Stephen King sigue atrapando lectores. Su legado no solo perdura en sus páginas sino también en la cultura popular, el cine y la televisión, y nos ha mostrado que el terror puede ser una forma de confrontar nuestras verdades y que aún en medio de la oscuridad, la esperanza siempre es posible.