Lupita y sus gustos

Acabamos de pasar el mes de abril, en el que se festeja el Día Internacional del Libro, siendo el día 23 del mes. La fecha fue elegida debido a se considera que tanto Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare fallecieron ese día en 1616, aunque no hay algo concluyente en realidad. Cervantes en realidad falleció el 22 de abril y fue enterrado el 23; y en cuanto a Shakespeare, el 23 de abril corresponde al calendario juliano que estaba vigente en la época isabelina.

Además, la fecha coincide con el nacimiento o el fallecimiento de otros autores importantes como Teresa de la Parra, Maurice Druon, Inca Garcilaso de la Vega, entre otros. Entonces el día del Libro fue creado en honor a estos autores.

Pues bien, en el mes de abril nos encontramos con descuentos en librerías, lecturas y actividades en las mismas, lanzamientos y presentaciones de autores, ferias de libros, etc. Justo en una de esas ferias, hace algunos años, me encontraba deambulando y me topé con un libro de Laura Esquivel, que tenía poco tiempo de haber salido al mercado. El título me llamó la atención: A Lupita le gustaba planchar, y se me hizo divertido, además la autora de Como agua para chocolate es de mis favoritas.

Lupita es una policía, que físicamente no es muy agraciada. La historia comienza diciendo que le gustaba planchar, porque eso la tranquilizaba y le daba paz, o al menos calmaba sus ideas. Probablemente heredó el gusto de planchar de doña Trini, su madre, quien se pasó casi toda su vida lavando y planchando ajeno. Sin embargo, en ese momento Lupita necesitaba tranquilizarse mucho pues fue testigo del asesinato del licenciado Larreaga, un delegado político. Recordando todo lo que pasó, lo que más la avergonzaba era que del miedo y la impresión, se orinó encima, y así tuvo que ir a declarar al Ministerio Público, bajo la mirada juzgadora de sus compañeros y de todos los presentes. Así comienza la historia.

Poco a poco vamos conociendo a Lupita, que no solo le gustaba planchar, sino también lavar, tomar hasta perder la conciencia, tejer y bordar, bailar, entre otras cosas. Poco a poco vamos conociendo a Lupita y se va desenvolviendo la historia hasta dar con el criminal, pero mientras también nos percataremos de la violencia y la injusticia a la que se ha visto sometida, en medio de un mundo don de imperan las apariencias, el dinero y el poder. Esta anti heroína, que estaba en el momento equivocado y en el lugar equivocado, verá que su vida da un giro completo al verse involucrada en el asunto policial ya mencionado, y deberá desentrañar el misterio ya que su propia vida está en riesgo.

Pero también hay cosas interesantes en la narrativa de esta novela, ya que pronto veremos que Lupita, en medio de todo los momentos oscuros por los que atravesará nos dará cuenta de que al final, el amor siempre es posible. Y así todos somos como Lupita, enfrentando un mundo y una sociedad decadente, violenta, llena de intereses políticos, corrupción y redes de venta de drogas, a través de lo que tenemos que sortear para mantenernos a flote y sobre todo en la búsqueda de una espiritualidad y trascendencia que nos salve del desamor, de la soledad y el desamparo.

Escrita con el característico estilo de Laura Esquivel, en lenguaje sencillo, accesible, con humor negro que nos resulta refrescante, y que nos llevará por diversas emociones a lo largo de la lectura, te hará engancharte desde el principio y te mantendrá así a lo largo de toda la novela.