Para una tarde de primavera…
Recientemente comenzó la temporada de calor, con algunas particularidades. Primero las mañanas y las tardes eran frías, y a lo largo del día la temperatura aumentaba. Pero ahora ya estamos despertando con mayor temperatura cada vez. Pues bien, para estas temporadas, es mejor no enfrascarnos en lecturas pesadas, y más bien tirarnos a la sombra, con una limonada, o una tarde con una deliciosa taza de té para nivelar la temperatura y, por supuesto, un buen libro de fácil lectura.
Entonces, vámonos a la campiña inglesa, y leeremos a Jane Austen. Ella fue una escritora británica que vivió a finales del S. XVIII y principios del XIX, en la época georgiana. Ella nació en medio de la sociedad burguesa agraria, y en ese tipo de escenarios es en donde ubica sus obras, las cuales generalmente giran en torno al matrimonio de la protagonista. Su escritura es aparentemente ligera y cándida, pero la realidad es que eso es aparente. Tiene una fina ironía que le da un aire de comicidad a sus obras, así como un pensamiento feminista, y en algunas podemos llegar a la reflexión profunda sobre las circunstancias de la vida.
Aunque sus obras más conocidas son Orgullo y Prejuicio, y Sensatez y Sentimientos, ahora más bien les voy a comentar sobre otra novela, Persuasión. Esta fue la última obra escrita por Austen antes de fallecer a los 41 años, aunque fue publicada un año después, en 1818.
La obra trata de Anne Elliot, hija de Sir Walter Elliot, quien además tiene otras dos hijas: Isabel y Mary. Anne es la hermana de en medio. El padre de Anne, Sir Walter Elliot es sumamente vanidoso, preocupado por las apariencias, y que poco se percata de lo que pasa a su alrededor.
Anne se enamora de un joven, llamado Frederick Wentworth, quien al conocerlo solo era oficial de la marina, pobre y sin perspectivas de riqueza como la familia Elliot. Lady Russell, amiga de la familia y quien crió a Anne como si fuera su hija, la persuade (de ahí el título de la novela) para que rechace la propuesta de matrimonio del oficial Wentworth. Así es como Anne se pasa varios años en soledad, a pesar de que tuvo varios pretendientes, ella los rechazó por haber sacrificado su amor. Poco a poco ella va perdiendo en belleza, pero ganando en autoconfianza e inteligencia, lo que la convierte en alguien atractiva.
Varios años después, regresa Frederick Wentworth, pero ya convertido en Capitán, quien se enriqueció como resultado de la guerra y bastante atractivo. Al principio, él actuará con resentimiento y cierto aire de dolor por el rechazo anterior, pero poco a poco se irá cautivando de nuevo por Anne, volviendo a tener ambos la oportunidad de amarse.
Obviamente el final no lo contaré, para que usted, apreciable lector llegue a sus propias conclusiones. Sin embargo, le puedo decir que se trata de una novela profunda, de reflexión, pero de fácil lectura, y que nos enseña sobre las segundas oportunidades. Los psicología de los personajes es interesante ya que cada uno de ellos brinda un aspecto de la naturaleza humana, así como las consecuencias de nuestras decisiones en la vida. También es una fuerte crítica a la sociedad que vive de las apariencias, en las que las relaciones se determinan por los prejuicios de rango y clase social entre otros aspectos, y que aun en nuestras sociedades actuales, con tanta tecnología, con redes sociales y desarrollo en comunicación, continúan determinando nuestras relaciones interpersonales.
Las novelas de Jane Austen son un hermoso rincón en los cuales perderse, disfrutarlas y saborear cada momento de la vida en la campiña inglesa, entre los salones victorianos, modales diferentes y tazas de té, damas y caballeros, y algunas intrigas que a veces resultan divertidas y otras de bastante reflexión, pero que siempre nos van a golpe de vuelta a la realidad y muchos puntos de vista que continúan siendo vigentes en nuestros días.