¿QUÉ TE ENOJA?

Estamos viviendo en un tiempo que todo ofende, molesta, no se tolera, “dicen”, “se dice”. Quiero exponer si estas palabras en realidad tendrían que ver con el tiempo en los que hoy vivimos o nos hemos vuelto más observadores a lo que pasa y nos pasa, tanto el lo individual como en lo colectivo. O bien hemos roto barreras de lenguaje y hoy NO da tanto miedo hablar de lo que pasa o bien nos pasa.

A que me refiero con romper las barreras del lenguaje, nuestra cultura se formó por la conquista y de la coerción, por lo que aprendimos a través del tiempo a callar, no movernos, no expresar, por que posiblemente podíamos ser castigados. Sin embargo, después de tanto tiempo aun traemos arrastrando los temores, los miedos que la conquista nos enseñó.

Hoy nos hemos ido construyendo diferente a costado muchos años, muchas generaciones, varios movimientos que nos colocan en la posición de nombrar, expresar, decir, narrar, desde donde nos encontramos, de acuerdo con nuestras vivencias, experiencias. ¿Se ofende?, el ser humano o bien nombra lo que cada uno está sintiendo, experimentado, viviendo.
Claro que hay normas de convivencia social, es decir, no se trata de agredir, molestar, o coercionar al otro (caeríamos en la conquista). Estoy hablando de ser libre de expresar, nombrar, puntualizar, el sentir y vivir, de cada uno (el propio), no es de nadie más.

Voy a citar a Ruiz (1998) de su libro “Los Cuatro Acuerdos” y tomare el acuerdo número dos; “No Te Tomes Nada Personal”, Entonces las personas al decir, señalar, hablar lo hacen por medio de lo que saben, de lo que conocen, de su ser. Como podría disgustarme lo que dice el otro si lo dice desde él, desde lo que es. No desde la posición individual, porque esa solo es de cada ser (de cada individuo).
Nada obliga a quedarse en el lugar en donde EL YO, no esté, segura, cómoda, decía Carlos Max “Pueden lastimar mi cuerpo, coercionarlo, pero nunca entrar a mi cabeza”. El ser humano es libre, de pensar, de sentir y de crear. ¿Qué quieres crea?, ¿Qué estas creando?. La responsabilidad es personal.

¿Qué hacer?, para salir de la incomodidad que me genera el hoy, hacerme responsable de mí, de mis elecciones, de mis decisiones, de mis pensamientos, él otro Acciona y yo decido como responder a esa acción, por eso no es personal, el otro es como es y lo que es. Y yo soy los que soy y elijo como ser ante cada situación que se me presenta en el día a día. Puedo planear como podría reaccionar, sin embargo, en el momento que algo me ocurre es posible que reacciones diferente a como lo tenía ya calculado, entonces en ese momento debo hacer algo que me levante o no. Cada uno decide, elige que y como hacer.

¿Qué ofende? ¿Qué molesta?, ¿En qué momento me siento ofendido?, ¿Puedo verbalizar lo que no quiero?, ¿Qué me hace bien?, pero siempre con la responsabilidad de ser, “Impecable con tus palabras” (1er acuerdo), no agresión, no violencia, con respeto, tolerancia y amor.

Cuando aprenda a ser responsable conmigo, y poner más atención en lo que requiero y como lo requiero, seguro podre devolver al entorno aportaciones de crecimiento y no de señalamiento para el núcleo social. Se requiere, tolerancia, amor, respeto, para cada uno que lo proporcione para sí y así reproducirlo a los otros. Y de esta forma dejar de vivir en el enojo, el propio y claro hacia mi exterior. Seguro la mirada cambiaria, en primer lugar, del como uno se mira y después aprendería a mirar de forma más tolerante. Dice la biblia “amar los unos a los otros”. El amor es el que falta…