Sobre los libros y la lectura

“Cuando se lee no se aprende algo; se convierte uno en algo”
Johann Wolfgang von Goethe

Recuerdo exactamente cómo comencé a leer, aunque no recuerdo por completo la edad que tenía. Me parece que estaba entre los 5 y 6 años de edad. Siempre fui un niño muy curioso y bastante intrépido, por lo que a veces me metía en problemas con cierta frecuencia.

Pues bien, una tarde estaba mi madre preparando de comer, y yo estaba en la mesa haciendo mi tarea de la escuela. En ese momento, trataba de aprender las formas de las letras y practicaba en el cuaderno, leía en voz alta las letras y comencé a darme cuenta de que, al juntarlas, tendrían otro sonido. Entonces se me ocurrió hacer la prueba con una palabra del libro que tenía, pero me adelanté varias páginas, y vi una práctica de sílabas. Lo que hice fue decir lo siguiente: “Aquí dice C y A, dice CA, luego aquí dice S y A, SA. Entonces dice: CASA”. Recuerdo que abrí los ojos desmesuradamente y salí corriendo a decirle a mi mamá: “Mira, mira, aquí dice CASA. ¡Ya sé leer, ya sé leer!” Y mi mamá me volteó a ver y sonrió, le expliqué mi descubrimiento y me dijo que leyera algo más, así que vi otra palabra, decía ÁRBOL. Y mi mamá me dijo: ¡Bravo, mi hijo sabe leer!
Así fue como me inicié en un mundo de lecturas, y me di cuenta que me encantaba. Me encerraba en mi habitación, leyendo cuentos en voz alta y practicando todos los días.

Conforme pasó el tiempo, comencé a leer libros enteros, casi siempre de tipo infantil, que mi padre me compraba. Adoraba los libros, y cada vez quería más. Los leía y releía hasta casi aprenderlos de memoria. En la biblioteca de la escuela, pedía libros prestados, los cuales devolvía a las pocas semanas de haberlos leído. A veces no entendía nada, pero el placer de ver las palabras y comprender las oraciones era indescriptible.

Poco a poco el gusto por la lectura, comenzó a tomar forma y empecé a tener temas preferidos. El primer libro completo que leí fue El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry, en una versión ilustrada con las acuarelas del mismo autor. Amaba ese libro como ninguno. No sé cuántas veces lo habré leído, pero fueron muchas.

El Principito fue escrito como libro infantil, pero la realidad es que se trata de un cuento poético de naturaleza filosófica que critica la forma en que los adultos ven las cosas. Su valor radica en que trata temas universales y profundos como la soledad, el sentido de la vida, la amistad, el amor y la pérdida. Todo comienza cuando un piloto de avión perdido en el Sahara, después de que su nave fallara, se encuentra con un pequeño príncipe que viene de otro planeta, y quien sostiene un diálogo en el que cuestiona la forma en que los adultos ven las cosas. Gradualmente, van apareciendo otros personajes, como el rey que siempre da órdenes, el zorro con quien tiene conversaciones sobre el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas.

Hasta la fecha, sigue siendo uno de mis libros favoritos, y colecciono objetos relacionados con el libro como son agendas, calcomanías, calendarios, material para hacer scrapbook, libros ilustrados, libros para colorear entre otras cosas.

A lo largo de mi vida, he leído literalmente cientos de libros, algunos de los cuales iré reseñando y comentando en este espacio y también sobre autores, películas, obras de teatro y ballet que se han derivado de textos o de historias narradas en algún momento. Pero no todo es narrativa, también comentaré sobre libros de otros temas como Psicología, Psicoanálisis, Historia, Antropología, Sociología, Economía, Administración y Filosofía, entre otros temas. Lo importante es que el protagonista de estos artículos generalmente será un libro.

Los libros tienen la particularidad de transformar a quien los lee, de introducirnos a mundos diferentes y de viajar por lugares increíbles que son posibles en nuestra imaginación. Y no solo viajamos mentalmente a través del espacio, sino a través del tiempo, nos volvemos testigos de momentos clave y únicos en la historia, y vivimos épicamente.

Estamos presentes en el momento en el que Adán y Eva comieron el fruto prohibido, cuando Caín mató a Abel; cuando Abelardo le confiesa su amor a Eloísa; cuando Ulises toca tierra después de viajar tanto; cuando Cleopatra se enamora de Marco Antonio; en el momento en que estalla la Revolución Mexicana y conocemos a Zapata o a Francisco Villa y así podría continuar. Cuando leemos, tenemos un diálogo con el autor, lo escuchamos y nos escuchamos a nosotros mismos, casi obligándonos a la introspección. Es posible que, por esa cualidad introspectiva que nos despierta la lectura, muchos mexicanos no lean, porque no es fácil escuchar nuestra voz interior.

Sin embargo, deseo de todo corazón, que este espacio despierte en usted, apreciado lector, la curiosidad por tomar un libro y leerlo por completo para transformarse en alguien con mayor sentido de humanidad y de comunión con los demás, que tanta falta nos hace en estos tiempos.

 

Entre letras…recorreremos el pensamiento y las historias de grandes autores que nos inspiran y nos impulsan a ser mejores humanos cada día.

Jesús Daniel González es psicólogo veracruzano, bibliófilo de corazón, egresado de la Universidad Cristóbal Colón, y con maestría en Alta Dirección por la Escuela Bancaria y Comercial. Tiene 30 años de experiencia en administración y recursos humanos y 20 años en la docencia universitaria. Actualmente está incursionando también en el mundo de la práctica privada de la Psicología.