Un enredo familiar…

A propósito de septiembre, buscaba algo entre los libros que he leído, pero no encontraba. Fue entonces cuando, pasando los dedos por los estantes de mi biblioteca, di con la novela de Dos Crímenes, de Jorge Ibargüengoitia.

De la literatura mexicana podríamos decir que es un valle de lágrimas, pero en medio de todo eso una figura sobresale, Jorge Ibargüengoitia. Este autor nos hará reír a carcajadas, mientras las personas a su alrededor se preguntarán qué leemos.

Pues bien, este autor guanajuatense, nació el 22 de enero de 1928. Inicialmente comenzó a estudiar la carrera de ingeniería en 1945, pero años después la abandonó. Al poco tiempo conoció a Salvador Novo, quien había llegado a Guanajuato para trabajar en la puesta en escena de una obra de teatro.

En una visita a la casa de su madre, quien se lo presentó, se encuentra por primera vez con una figura importante de las letras mexicanas. De ese encuentro, surgió su idea de estudiar en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, de donde salió como Maestro en Letras, con especialización en Arte Dramático.

Ibargüengoitia no era muy apreciado por la crítica de su tiempo, especialmente por que la utilización del humor no era parte de la cultura en esa época. Sin embargo, destaca su hábil manejo del mismo, así como de los diálogos en la narrativa, lo que hace que su lectura sea sencilla y bastante accesible para todos.

Dos crímenes, trata la historia de Marcos, un hombre que es buscado por la policía y con antecedentes revolucionarios por lo que decide ir a esconderse a la casa de su tío Ramón, mientras las cosas se calman. Su tío, un pariente lejano, bastante rico y bastante anciano también, quien al estar enfermo es cuidado por sus sobrinos. La llegada de Marcos no es bien vista por la familia de la provincia, en donde nos percataremos que las envidias, mentiras y la avaricia se enredan para dar lugar a una intriga donde todos están buscando quedarse con una tajada de la herencia del tío Ramón, quien es el hombre más rico de la región.

Poco a poco se desatan peleas y disgustos entre los personajes, y no falta la dosis erótica en la narración. Marcos participa también en el cuidado de su tío, con el propósito de quedarse también con algo de la herencia, pero se enreda con las insinuaciones de su prima Amalia y de su hija, Lucero. Todo este enredo termina por desembocar en los crímenes que aluden al título. La habilidad del autor para unir tramas en conflicto se hace evidente hacia al final de la novela, totalmente inesperado.

A lo largo de la historia habrá situaciones hilarantes, que resaltan el cinismo y la fuerte crítica social que el autor expone. Los diálogos y los personajes son sencillos, por lo que la lectura es bastante fácil y se diluye rápidamente entre las manos. Ninguno de los personajes puede considerarse bueno o malo, todos son cínicos y malvados, algunos más que otros, pero que seguro le harán soltar más de una carcajada al lector. El tono ácido, de humor negro pero refinado, con una historia algo disparatada, nos harán recordar también los enredos familiares en los que a veces nos vemos envueltos en la vida.

Entre letras…recorreremos el pensamiento y las historias de grandes autores que nos inspiran y nos impulsan a ser mejores humanos cada día.

Jesús Daniel González es psicólogo veracruzano, bibliófilo de corazón, egresado de la Universidad Cristóbal Colón, y con maestría en Alta Dirección por la Escuela Bancaria y Comercial. Tiene 30 años de experiencia en administración y recursos humanos y 20 años en la docencia universitaria. Actualmente está incursionando también en el mundo de la práctica privada de la Psicología.