Un pasaje imperial
Castillo de Bouchout, Bélgica, 1927. Una princesa belga que se convirtió en Emperatriz de México comienza a narrar sobre ella y diversos acontecimientos que ocurrieron de 1864 a 1867 en México. Es la forma en que Fernando del Paso nos introduce en su novela Noticias del Imperio. Ella es María Carlota Amelia Augusta victoria Clementina Leopoldina de Sajonia-Coburgo-Gotha.
Publicada en 1987, Noticias del Imperio, pronto se convirtió en una obra de gran éxito, que tuvo que se reimpresa varias veces. De acuerdo a la revista Nexos, varios escritores la consideran la mejor novela mexicana de los últimos 30 años, esto en el 2007. El autor trabajó durante 10 años en la novela a costa del pago de una beca que le permitió sufragar sus gastos. De esos diez años, dos años se la pasó investigando sobre la vida de Maximiliano y Carlota en México, aunque también leyó dos obras que consideraba insuficientes sobre el tema: Juárez y Maximiliano, de Franz Werfel, y Corona de Sombra, de Rodolfo Usigli.
La novela está escrita en dos secuencias narrativas, por un lado está la narración de Carlota, como un monólogo, que está encerrada en el castillo de Bouchout, en Bélgica, y esto después de que han transcurrido sesenta años de que falleció su esposo Maximiliano de Habsburgo, fusilado en el Cerro de las Campanas, en Querétaro, México, el 19 de junio de 1867.
Durante estos monólogos ella habla sobre su estancia en México, el desenvolvimiento del Segundo Imperio Mexicano, el amor que le tenía a Maximiliano, cómo fue perdiendo la razón debido a la muerte de él, y de los momentos en que estuvo buscando apoyo en la realeza europea para salvar la monarquía en México, lo cual resultó infructuoso.
En la otra secuencia narrativa, el autor da voz a diversos personajes que participaron en los conflictos en el México de la época, cartas entre miembros de la realeza, algunas crónicas históricas y varios estilos narrativos en diferentes escenarios tanto de México como de Europa.
Ambas líneas narrativas se van alternando, lo que le dan gran riqueza a la obra y nos permite vislumbrar todo el contexto histórico desde una perspectiva completamente diferente.
En esta ocasión elegí esta obra para reseñar y comentar, especialmente por los acontecimientos recientes en la vida política de México. No porque apoye a la monarquía, pero sí para dar una visión histórica diferente de lo que sucede y de nuestro devenir histórico como mexicanos.
De 1821, cuando México obtuvo la independencia, hasta 1863, cuando llegaron Maximiliano y Carlota, se sucedieron cuarenta y tres presidentes. El país se encontraba convulsionado en diferentes ideologías y posturas, y es en ese momento cuando se instala el Segundo Imperio Mexicano, específicamente en mayo de 1864, el cual tendrá una efímera duración de tres años.
Actualmente, vamos a tener la primera mujer presidente de México, pero históricamente no es la primera gobernante de México, sino que la primera fue nada más y nada menos que la Emperatriz Carlota. Esto no quiere decir, y vuelvo a repetir, que apoye a la monarquía o incluso a que una mujer gobierne México, pero sí es interesante voltear a ver qué pasó en la época en que todo esto sucedió y espero que tengamos mejores resultados esta vez, aunque los alcances de Carlota no son nada despreciables.
“Maximiliano era un escapista, cuando podía se iba a Cuernavaca a cazar mariposas y lagartijas o iba con su amante que dicen tenía ahí, Concepción Sedano. Carlota se quedaba gobernando y cuando ella estaba como regente las cosas se hacían, las legislaciones se aprobaban” (Fernando del Paso)
Durante los períodos de tiempo en que Maximiliano no se encontraba en México, Carlota asumía la regencia. Algunos de sus logros incluyeron la abolición de los castigos corporales, limitar las horas de trabajo de manera justa, impulsó la creación de empresas de ferrocarriles, telégrafo, el transporte de vapor y la beneficencia; gastaba mucho dinero en obras de caridad, abrió guarderías, asilos y casas de cuna. Luchó contra la delincuencia y expulsó a los ladrones de los alrededores de la ciudad. Promulgó la ley de educación pública, por medio de la que se garantizaba la educación primaria, gratuita y obligatoria. En los conflictos existentes entre la Iglesia Católica y el Imperio, Carlota desempeñó un importante papel, a pesar de ser una mujer fuertemente católica, no cedió y logró romper la relación entre el Estado y la Iglesia. Carlota fue una gran mujer, a quien su padre, Leopoldo I la educó para gobernar, por lo que tenía un buen dominio de la política, la geografía, la música y las artes, hablaba varios idiomas: inglés, francés, alemán, italiano y español, e incluso se sabe que llegó a elaborar un proyecto de constitución. Es posible que ella fuera vista como un peso importante que podría dar avance y consolidar el Imperio frente a los republicanos, a quienes les resultaba una figura imponente. Y esto tanto solo en el período de los tres años que duró el Segundo Imperio.
Pues concluyendo, nunca es tarde para leer la monumental obra Noticias del Imperio, la cual seguramente le dará una nueva perspectiva de la historia de México, en el que se mezclan anécdotas, crónicas y datos que nos impulsarán a investigar más y a formarnos una opinión mucho más acabada de ese período, sin los prejuicios que nos han inculcado y con lo que podremos darnos cuenta de que no toda la historia es como nos la han contado, que los buenos y los malos se desdibujan en diferentes matices, y siempre dependen de quién nos cuente la historia.